«Con los progresivos cambios semánticos que se han producido en las lenguas modernas y en las culturas y sensibilidad social de las diferentes naciones, en mayor o menor medida, el término secretum, adosado al Archivo Vaticano, comenzó a ser malinterpretado y a colorearse de matices ambiguos, incluso negativos», escribe Francisco en un Motu proprio para cambiar el nombre del organismo.
El Papa ha dictado un Motu proprio para cambiar la denominación del hasta ahora Archivo Secreto Vaticano a la de Archivo Apostólico Vaticano, una decisión que adopta tras constatar el cambio semántico que ha experimentado el término secreto que, según explica, puede generar connotaciones negativas.
«Con los progresivos cambios semánticos que se han producido en las lenguas modernas y en las culturas y sensibilidad social de las diferentes naciones, en mayor o menor medida, el término secretum, adosado al Archivo Vaticano, comenzó a ser malinterpretado y a colorearse de matices ambiguos, incluso negativos», señala el texto del Pontífice, fechado el pasado 22 de octubre.
Así, señala que al haber perdido el verdadero significado del término secretum, asociando instintivamente su valencia al concepto expresado por la palabra moderna secreto, en algunos ámbitos y ambientes, incluso en aquellos de cierta importancia cultural, este término ha asumido el significado «perjudicial» de escondido, de no revelado y reservado para unos pocos.
«Todo lo contrario de lo que siempre ha sido y pretende ser el Archivo Secreto del Vaticano, que, como dijo mi santo predecesor Pablo VI, conserva “ecos y vestigios” del paso del Señor en la historia. Y la Iglesia no teme a la historia», añade el Papa, que antes de hacer el cambio ha escuchado la opinión de sus colaboradores más cercanos, así como la de los superiores del propio archivo vaticano.
Núcleo documental de la Cámara Apostólica
El Archivo Pontificio surgió del núcleo documental de la Cámara Apostólica y de la propia Biblioteca Apostólica (la llamada Bibliotheca secreta) entre la primera y la segunda década del siglo XVII, y comenzó a llamarse secreto a mediados de ese siglo. Así, primero se tituló Archivum novum, luego Archivum Apostolicum y después Archivum Secretum (las primeras declaraciones del término datan de alrededor de 1646).
La apertura oficial del archivo a los investigadores de todos los países se produjo en 1881, aunque se atendieron ya antes solicitudes de acceso, y se han producido aperturas progresivas a la documentación disponible. De hecho, a partir del próximo 2 de marzo de 2020, la apertura del archivo se extenderá hasta el final del pontificado de Pío XII.
Europa Press/Alfa y Omega
Foto: CNS