El Gobierno regional está realizando obras de restauración en la iglesia parroquial de San Pedro ad Víncula en Vallecas, y que han sacado a la luz restos de bóvedas y pinturas de la primera mitad del siglo XVII en la capilla de Nuestra Señora del Rosario. Se trata de un hallazgo de gran importancia por tratarse de uno de los primeros ejemplos de camarín barroco de España, así como de uno de los conjuntos decorativos más interesantes de la región madrileña. El templo está declarado Bien de Interés Cultural, la máxima protección que contempla la legislación.
Ana Isabel Mariño, consejera de Empleo, Turismo y Cultura, explicó que con este tipo de actuaciones, “a la vez que recuperamos nuestro patrimonio histórico, ponemos en valor estos bienes protegidos, que son fuente de atracción de turismo y riqueza” y destacó que “en los últimos tres años la Comunidad de Madrid ha invertido 21,92 millones de euros para rehabilitar el patrimonio de 66 municipios de la región”.
La Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid ha invertido en esta obra más de 100.000 euros. La presencia de humedades en los muros y en el solado de la capilla hacía necesaria una restauración integral que, además, ha permitido recuperar en su totalidad la arquitectura interior proyectada hacia 1670. Las obras de restauración comenzaron en 2012 y consisten en la eliminación de humedades, la restauración de paramentos, carpintería, solado e iluminación y en la reforma de la fachada, así como en la estabilización, consolidación y reintegración cromática de las pinturas de la cúpula.
Ejemplo de camarín barroco en España
El estudio de los huecos de la fachada llevó a los técnicos al convencimiento de que existió en el mismo espacio una capilla anterior. Las nuevas catas y demoliciones han permitido descubrir restos de bóvedas y pinturas de la primera mitad del siglo XVII, así como un arco o ventana de conexión con la iglesia en estilo herreriano. Se trata de uno de los primeros ejemplos de camarín barroco en España. La Dirección General trabaja, en la actualidad, en la identificación del arquitecto y del autor de la decoración de esta primera capilla.
La capilla de Nuestra Señora del Rosario se encuentra situada junto a la cabecera de la iglesia. Se trata de una capilla-camarín dedicada a la Virgen que, con el paso del tiempo, ha sido utilizada como sacristía y capilla del Santísimo. Este tipo de construcciones está considerada como una de las aportaciones más originales de la arquitectura barroca española. La capilla actual es resultado de diversas fases constructivas y decorativas.
Una primera fase correspondería al primer tercio del siglo XVII, cuando, una vez concluidas las obras de la iglesia, se levantó un camarín de planta cuadrangular cubierto con una bóveda de aristas, con una pequeña puerta adintelada ubicada en el muro norte que permitía la comunicación con el presbiterio y un arco abierto en el muro oeste para colocar la imagen de la Virgen; tanto la bóveda como el arco presentan una decoración vegetal y geométrica a base de tono azules, verdes, ocres y dorados. En una segunda fase, hacia 1651, se amplió la capilla, dividiéndose el espacio interior en dos ámbitos: uno cuadrangular cubierto por la cúpula y otro más pequeño rectangular con una bóveda de cañón, destruyéndose parte de la primitiva bóveda de aristas y quedando en parte oculta bajo la bóveda de cañón.
Entre finales del siglo XVII y principios del XVIII vuelve a decorarse la Capilla, en esta ocasión con un programa iconográfico figurativo atribuido al pintor madrileño Juan Vicente Ribera, en base a la similitud estilística que presenta con la capilla de las Santas Formas en Alcalá de Henares, firmada y fechada en 1689, considerada una de sus obras más destacadas. La decoración mural de la capilla representa ángeles mancebos portadores de atributos marianos, los cuatro evangelistas y cuatro padres de la Iglesia. En el luneto situado encima de la puerta se representa el nacimiento de la Virgen María. La obra refleja los esquemas compositivos del barroco de finales del siglo XVII con un gran gusto por el movimiento. Recientemente, la Comunidad de Madrid ha procedido a la restauración de estas pinturas. La Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad ya intervino en el inmueble entre los años 1999 y 2008 con una inversión total de 224.030 euros.
La actual iglesia parroquial de San Pedro Ad-Víncula de Vallecas se construyó a lo largo del siglo XVI, conservando como elemento más antiguo gran parte de la original torre mudéjar. El cuerpo de la iglesia mantiene elementos góticos, renacentistas y barrocos y cuenta con varias capillas de gran valor arquitectónico adosadas al templo que se construyeron a lo largo de los siglos XVII y XVIII.