Monseñor John Barwa, Arzobispo de Orissa (India):

Más de 56.000 cristianos, sin hogar; cerca de 300 iglesias destruidas; así como conventos, escuelas, albergues y centros de atención. Y lo que es peor, por lo menos 100 personas muertas. Todo ello por la violencia desatada por los extremistas hindúes en Orissa en agosto de 2008. Aunque algunos hogares y pueblos se han reconstruido, una vez más gracias a la acción de la Iglesia local, la vida de estas comunidades aún no ha vuelto a la normalidad.

Sin embargo, gracias al trabajo de la Iglesia, encabezada en esa diócesis por Monseñor Barwa, en estos momentos las aguas están volviendo a su cauce. “Los cristianos podemos hacer una vida totalmente tranquila ahora. La gente quiere vivir en paz”.

“La persecución que sufrimos los cristianos ha hecho que la fe se fortalezca aún más. Cuando visito todos los rincones de la archidiócesis para bendecir e inaugurar nuevos templos o visitar familias… la gente me dice: ‘los violentos han destruido y quemado nuestras casas, han masacrado a nuestros seres queridos, pero nunca podrán destruir nuestra fe ni separarnos de Jesús. Estamos muy orgullosos de ser cristianos y de nuestra fe”, afirma.

En Orissa ningún cristiano ha abandonado a la Iglesia ni ha perdido la fe por causa de las persecuciones y esta archidiócesis se ha convertido en una gran fuente de vocaciones misioneras y sacerdotales.

Ayuda a la Iglesia Necesitada ayudó desde el primer momento a Orissa y su comunidad con la reconstrucción de templos, ayuda y atención a los refugiados y atención psicológica a las víctimas.