Carmen Pano, la empresaria cercana a Víctor de Aldama, ratificó est semana ante el juez del Tribunal Supremo que instruye el caso Ábalos que llevó en persona 90.000 euros a la oficina central del PSOE en la madrileña calle Ferraz en concepto de mordida (otros lo llaman comisión) por distintos arreglos para conseguir la licencia para operar en hidrocarburos que, en efecto, concedió el ministerio de la señora Reyes Maroto con la aquiescencia de la ex Teresa Ribera.
Por si faltaba poco en la orgía de escándalos por corrupción que arrincona al Partido Socialista y al Gobierno de Pedro Sánchez, los de las «bolsas de plástico» repletas de euros contantes y sonantes recuerda en demasía aquel otro escándalo marbellí que dio con los huesos en la cárcel de más de media docena de personas.
Fuentes próximas a la denunciante sostienen que la empresaria y su hija han ofrecido los suficientes datos al juez del Supremo para obrar en consecuencia. ¿Quién mandaba entonces en el cuartel general de Ferraz? José Luis Ábalos en calidad de secretario de Organización convertido en un comisario y comisionado de Pedro Sánchez. Dinero en efectivo en billetes grandes…
Los que tanto han aprovechado la corrupción de otros, en concreto la del Partido Popular, de hecho llegaron al poder cuando electoralmente estaban bajo mínimos (2018), tendrán que explicar ahora si la señora Pano ha dicho verdad ante el juez, quién o quiénes fueron beneficiados por esos 90.000 pavos del ala. Verosímil es.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 1.3.2025
