El momento culmen ha sido durante la imposición de las insignias papales: el palio y el Anillo del Pescador. En el Regina caeli, el Papa ha recordado a las personas que están muriendo en Gaza, Myanmar y Ucrania.
Ciudad del Vaticano, 19 de mayo 2025.- Visiblemente emocionado, y ante 150.000 fieles de todo el mundo, León XIV ha comenzado de forma oficial su pontificado como sucesor número 267 de la Iglesia católica. Antes de la ceremonia, el Santo Padre se ha subido por primera vez al papamóvil para saludar a la multitud de fieles que le han arropado al grito de ¡Viva el Papa!, y que se han congregado desde primera hora de la mañana en la plaza de San Pedro y la via della Conciliazione.

La liturgia ha comenzado desde el interior de la basílica de San Pedro, donde el Papa ha bajado a la tumba del apóstol acompañado por los patriarcas de las Iglesias Orientales. Allí ha habido un momento de silencio y oración antes de incensar el lugar y proceder a tomar el Anillo del Pescador, el Evangelio y el palio, insignias papales que han trasladado dos diáconos hasta el altar, en el atrio de la plaza.
El momento culmen: la imposición de las insignias papales
Precisamente estos distintivos han marcado uno de los momentos más importantes de la celebración, que se ha producido después de la lectura del Evangelio y antes de la homilía. En primer lugar, ha tenido lugar la imposición del palio, una banda estrecha de lana blanca de cordero sobre la que se colocan tres alfileres como símbolo del martirio de la cruz de Cristo. El cardenal francés Dominique Mamberti ha sido el encargado de pronunciar unas palabras y colocar este ornamento a León XIV.

Después, el cardenal Fridolin Ambongo Besungu, de la República Democrática del Congo, ha elevado una oración junto al libro de los Evangelios para pedir la presencia del Espíritu Santo. Por último, ha llegado el momento de la colocación del Anillo del Pescador, uno de los símbolos papales más conocidos. En su interior lleva inscrito el nombre papal escogido por Prevost y, en el exterior, la imagen de san Pedro con las características llaves y la red de pescador. Tras su colocación en el dedo anular por el cardenal filipino Luis Antonio Gokim Tagle, los fieles reunidos en la plaza han arrancado en aplausos. La elección de estos tres cardenales para este momento de gran solemnidad también hace referencia a la universalidad de la Iglesia
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«En Gaza están reducidos al hambre»
«No podemos olvidar a los hermanos que sufren a causa de la guerra, en Gaza, los niños, ancianos y supervivientes están reducidos al hambre». Este ha sido el mensaje que el Papa ha querido enviar al mundo en su intervención del Regina Caeli al final de la ceremonia, recordando la masacre que se está produciendo en Palestina y que ha suscitado un sostenido aplauso de los asistentes. También «en Myanmar, donde las hostilidades han roto las vidas de inocentes; la martirizada Ucrania, que espera finalmente las negociaciones por una paz justa y duradera».
De esta forma, el Pontífice ha pedido acudir a la madre del Buen Consejo «como signo de esperanza», cuyo icono ha presidido toda la ceremonia al lado del altar. «Imploramos su intercesión por el don de la paz y el apoyo y el consuelo para quienes sufren».

El Papa León XIV también ha enviado un saludo a los miles de peregrinos que han llegado a la capital italiana por el Jubileo de las Cofradías, a quienes ha agradecido «porque mantienen vivo el gran patrimonio de la piedad popular». Tras la Misa, el Santo Padre se ha reunido en el interior de la basílica vaticana a los miembros de las diferentes delegaciones que ha acudido para participar en esta Eucaristía de inicio del pontificado, como los reyes de España o el vicepresidente estadounidense, con quien es probable que mantenga una reunión este domingo.
ESTER MEDINA RODRÍGUEZ
Alfa y Omega